
Miércoles de Ceniza
La Santa Sede, junto a la Comisión Nacional de Liturgia (CONALI) de la Conferencia Episcopal de Chile y el Departamento de Movilidad Humana de la Vicaría Pastoral, dan a conocer sugerencias y propuestas para la c...
El Papa Francisco nos ha escrito, y nos llama a una profunda
conversión eclesial, después de habernos mostrado, con cariño e interés
paterno, cómo hemos llegado a ser una Iglesia herida con las llagas de una "cultura
del abuso sexual, de conciencia u del poder".
Nos ha dicho, que no podemos “seguir caminando ignorando el
dolor de nuestros hermanos, porque existían situaciones que no sabíamos ver y
escuchar”. Como Iglesia hemos perdido el centro, a Cristo y su fuerza profética
capaz de transformar todo “aquello que hoy ponga en riesgo la integridad y la
dignidad de cada persona, imprescindible para mirar el presente sin evasiones…
con valentía, con coraje. Nos llama a desarrollar una “cultura del cuidado y
protección”, generando espacios en los que aprendamos a “escuchar y cuidar,
especialmente a los más vulnerables”, para que “nunca más” la cultura del abuso
y sus sistemas de encubrimiento permitan las atrocidades que hemos ido tomando
conciencia cómo se han instalado y perpetuado al interior de nuestra vida
eclesial.
Estamos llamados a desarrollar una profunda renovación
eclesial, renovación que nos pide hoy una conversión en nuestra vida
parroquial, conversión que nos alcanza a todos, personal, comunitaria y social.
Para que esto sea posible, necesitamos colocar a Cristo en el centro, como
fuente y cumbre de toda nuestra vida pastoral.
No tengamos miedo en “involucrarnos y caminar impulsados por
el Espíritu, con ese Espíritu que es como “el viento que sopa donde quiere: tú
oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con
todo el que ha nacido del Espíritu” (Jn 3,8). A la luz de estas palabras de
Jesús a Nicodemo, el Papa nos invita a vivir este tiempo de discernimiento y
conversión, tiempo de escucha para “llegar a las raíces que permitieron que
tales atrocidades se produjeran”, y podamos así nacer de nuevo.
Al iniciar este camino de largo aliento, sin querer conquistar
espacios de dominio por el abuso de poder, en cualquiera de sus formas, respetando
los delicados tiempos de la sanación de las heridas que sufrimos hoy, hemos
clocado en nuestra parroquia de Cristo resucitado al Santísimo Sacramento en el
centro. En nuestra comunidad Jesucristo Misionero, todos los primeros viernes
de mes, la comunidad ha decidido espontáneamente tener adoración al Santísimo
durante toda la noche para pedir por esta Iglesia enferma, espacio para ser ese
“Pueblo de Dios de rodillas que implora el don del Espíritu Santo para
encontrar luz en la Iglesia herida por su pecado”, no ha dicho el Papa en su
Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, del 31 de mayo de 2018, en la
Fiesta de la Visitación de Nuestra Señora. También, en la comunidad de nuestra
sede parroquial, se ha dado inicio a la adoración al Santísimo todos los
viernes de 9 a 19 hrs. Deseamos, al colocar a Cristo en el centro de nuestra vida
parroquial, ser comunidad misericordiada por el Señor, para que podamos todos
junto vivir esta conversión y ser cada día Iglesia “profética por vocación”, es
el deseo del Papa Francisco para nuestra Iglesia chilena.
P. Pablo, deseando ser uno entre ustedes y con ustedes en
este camino de purificación.
La Santa Sede, junto a la Comisión Nacional de Liturgia (CONALI) de la Conferencia Episcopal de Chile y el Departamento de Movilidad Humana de la Vicaría Pastoral, dan a conocer sugerencias y propuestas para la c...
El Papa Francisco nos ha escrito, y nos llama a una profunda
conversión eclesial, después de habernos mostrado, con cariño e interés
paterno, cómo hemos llegado a ser una Iglesia herida con las llagas de una "cultura
del abuso sexual, de conciencia u del poder".
Nos ha dicho, que no podemos “seguir caminando ignorando el dolor ...